Los mensajes de culpabilidad del pasado no tienen eficacia, son crueles, porque el adicto no es ya el sujeto culpable de su enfermedad sino el objeto de la misma. Sin duda, es responsable del consumo y de su recuperación, pero no de su enfermedad. La enfermedad se puede producir o no y todos somos vulnerables. Es hora de ver la otra cara de laadicción y es hora de empezar a soñar con un nuevo despertar, una nueva generación de jóvenes comprometidos e ilusionados con una vida sana y pura. Porque no podremos evitar los riesgos ni eliminar las drogas o los comportamientos adictivos en circulación, pero sí podemos cambiar el destino de los acontecimientos y podemos acoger en nuestros brazos a este sector de la sociedad y reincorporarlos a la redención de sus vidas. No solo debemos enseñar a decir no a la vida adictiva, sino que tenemos el derecho de anunciarles que todavía pueden ser felices. El autor ha pasado mucho tiempo en el infierno que supone una adicción y ha podido experimentar ca
De la adicción a la educación. Desterrando mitos.
ISBN: 9798858653974
$35.057
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