Cuando en 1897 el irlandés Bram Stoker publicabaáDráculaáno imaginaba la trascendencia que iba a tener su personaje en el imaginario colectivo, convertido en icono popular gracias al cine. Bela Lugosi, con su interpretación enáDráculaá(Dracula, Tod Browning, 1931), establecía el canon vigente durante dos décadas; hasta que el actor Christopher Lee recibía el testigo en la película que Hammer Films dedicaba al personaje en 1958. El carácter simbólico y la capacidad transgresora del no muerto, sobre todo en lo referente a la sexualidad y a la ruptura del orden establecido, evolucionaba con el paso del tiempo asumiendo nuevos significados y modificando sus significantes, abandonando los escenarios góticos e infiltrándose en contextos urbanos contemporáneos, acomodándose a los nuevos problemas e inquietudes vigentes en la sociedad; unas veces simbolizando sus causas, otras sus consecuencias.
La sangre es vida. 50 películas esenciales sobre vampiros
ISBN: 9788491806387
$55.200
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