En la época patrística podemos observar una constante de unidad como cualidad intrínseca, esencial. Vemos como los Padres de la Iglesia la fundamentan a través de múltiples referencias bíblicas, y reflexionan acerca de las diversas circunstancias en que urge construirla. Y es que la unidad como concepto es inherente a la unión sobrenatural y terrena de los hombres con el mismo Cuerpo espiritual de Cristo; y en su calidad de Cristo continuado, la Iglesia aspira a reproducir y representar la más alta unidad de lo divino con lo humano.

La unidad de la Iglesia
ISBN: 9788484075707
$10.000
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