?Lleg? a casa hace un par de d?as y ahora viaja conmigo en el asiento del copiloto, mientras conduzco en direcci?n al trabajo. Lo confieso: a veces aparto la mano del volante y lo acaricio como a una mascota de madera. Me gusta su tama?o diminuto, la sencillez que predica sin hablar, su tacto antiguo. La madera proclama una vida sin aditivos, con la que me siento m?s retratado que con el pl?stico. Amo las cosas elementales, aquellas en las que el hombre no acapara el protagonismo.Ya de rodillas, encima de mi banquito y con los ojos cerrados, hago una peque?a oraci?n que me ayude a ser tonto. Quiero decir descender desde la idea, lo que llamamos inteligencia o cerebro, hasta el lugar del coraz?n. Normalmente, vivo arriba, como todo el mundo. Vivir arriba significa hacer planes, lamentar las culpas del pasado, conjeturar lo que los dem?s piensan de uno, temer la humillaci?n y el no ser considerado. No estar arraigado en lo que est? sucediendo, sino a merced del ego, esa muralla entre la realidad y nuestra sustancia?.

UN BANQUITO DE MADERA
ISBN: 9788428839822
$36.000
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