El bautismo es la fuente del ministerio presbiteral: de ser bautizado se origina, por tanto, el «servicio» a la comunidad, no el «poder» sobre ella. Este es el asunto del que trata este libro: el sacerdote no es el «jefe» al que los bautizados se sientan subordinados, sino que debe sentirse destinado al sacramento del orden para servir a los bautizados, porque, antes que nada, él también lo es. Los repetidos escándalos en la Iglesia, que últimamente han salido a la luz, han puesto en el punto de mira el ministerio ordenado y han minado la fe tanto del «pueblo de los creyentes» como del «pueblo de los alejados». Ante esta situación, y otras que afectan a la vida emotiva y sexual de los sacerdotes, siempre hay que confrontarse con la propia fragilidad.

¿Sacerdotes sin bautismo?
ISBN: 9788428834216
$26.300
Hay existencias