A diario atraviesan nuestra existencia incertidumbres, anhelos y cuidados que no encuentran su nombre aunque nos digan quién somos, y que se acaban perdiendo -sin nadie que los atienda y recoja- aunque merezcan ser dichos.
Paramóvil poema habla del valor de escuchar, del coraje de mostrarse vulnerable y del asombro que la vida nos devuelve cuando abrimos el corazón, la mente y los sentidos, cuando descubrimos nuestra propia belleza y, a pesar de todo, honramos la esperanza.