A LA SALUD DEL CRIMEN

Rafael Cansino está muerto. En vida era un huelebraguetas al que le hubiera gustado ejercer tan digna profesión en la América de entreguerras. Por desgracia para él, no nació en los Angeles, si no en Albacete, y en lugar de pasearse por Sunset Bulevard lo hacía por el Born de Palma. En su último caso Cansino es contratado para investigar la desaparición sin rastro de un bodeguero y aristócrata alemán. Lo que él presupone un caso de fácil solución lo llevará por los más diversos y esperpénticos rincones de Mallorca en busca de las pistas que le permitan dar con el esfumado empresario. Ante el pasmo, mofa y asombro de los distintos personajes que ayudan o entorpecen a Cansino, las investigaciones avanzan por los viejos caminos isleños que lo conducirán hasta uno de los episodios más extraordinarios y olvidados de la leyenda reciente Balear.