Pocas veces he visto a una persona tan vocacional en su oficio de escultora, como a María Antonia Román Prado, mi esposa. Una profesional tan entregada a su tarea de trabajar y pulir la piedra hasta extraer de ella la forma que llevaba dentro, según el concepto, el pensamiento y la reflexión interior de la autora, desde el mismo momento en que tenía el material pétreo ante sus ojos. No necesito boceto previo para empezar a trabajar, decía María Antonia con frecuencia, lo llevo dentro o lo veo nada más tener el mármol ante mí. Efectivamente, ella se dejaba guiar por una u otra veta de la piedra, más clara o más oscura y según su consistencia, y, como diría Michelangelo Buonarroti, extraía de ella la escultura sepultada o secreta. Ella sabía lo que había dentro. (…) Le escuché en más de una ocasión que ella era la representante o continuadora del arte taino de Puerto Rico, su país natal, si bien lo hacía de manera libre, abierta y siguiendo la estética del tiempo que le había tocado vivir. Sentía una gran admiración y devoción por el arte taíno al que dedicó su tesis doctoral, que finalmente no pudo l

EL ARTE PUERTORRIQUEÑO Y LA CULTURA TAINA
ISBN: 9788418516764
$28.800
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